Més que Disseny Studio es una vivienda más del barrio. Para mí era muy importante tratar el espacio para ser vivido porque es en él donde voy a pasar la mayor parte de mi tiempo. Su diseño se ha realizado de acuerdo al Feng Shui, teniendo presente la armonía energética del espacio. De esta manera, las 5 estancias que conforman el estudio (acceso, entrada, despacho, almacén y aseo) están equilibradas.
El acceso al estudio se ha trabajado con la intención de formar un todo que enmarque el interior, dándole protagonismo. Tuve muy claro prácticamente desde el inicio del proyecto el color que quería para la carpintería metálica diseñada para la entrada y mi despacho. Ese tono tenía que envolver todo el marco del acceso al estudio, de forma que se integrara con la carpintería, y la forma de conseguirlo era empleando un mismo material en paredes, suelo y techo. Escogí un mosaico de Hisbalit de la serie Unicolor de 4×4 cm para frenar el chi rápido que se generaría en el estudio, teniendo en cuenta el gran ventanal de suelo a techo formado por vidrio transparente de la entrada.
Para la ventilación, en la parte superior del acceso al local, de las máquinas del aire acondicionado, diseñé una rejilla perforada de acero lacado en el mismo tono que la carpintería, que quedase también integrada en ese todo que quería conseguir enmarcando la vista hacia el interior del estudio. Para rematar el acceso escogí unas piezas de terrazo que rompiesen esa monocromía generada y confirieran al espacio un poco más de juego. La iluminación del acceso se planteó haciendo referencia a la que suele utilizarse en el jardín de una vivienda, una luz indirecta que acaricie las superficies sin llegar a invadirlas.
El techo se planteó con la intención de darle presencia, haciendo un guiño al art decó. Para ello, se utilizó una disposición geométrica con placas de escayola lisas escalonadas enmarcadas por perfiles en el mismo tono utilizado en la carpintería metálica.
El interior del estudio está dividido en 3 zonas diferenciadas: entrada, despacho y almacén. La entrada se ha diseñado en forma de salón comedor. A un lado, en la zona del salón, quise jugar con dos colores cálidos complementarios, terracotas y verdes. La cortina, que disimula uno de los pilares del estudio, viste el espacio, dándole un mayor protagonismo. El resto de mobiliario auxiliar y elementos decorativos terminan de equilibrar esta zona.
Al otro lado, la zona de comedor se ha trabajado en tonos más suaves, menos saturados. Las sillas, la lámpara de techo y la estantería se combinan en rosas pastel. Los detalles en negro presentes en estos elementos, así como en los accesorios decorativos y los cuadros de la pared, vinculan ambas zonas en la entrada.
Mi despacho, situado a continuación, se separa de estas zonas a través de un tabique formado por carpintería metálica, lacada en el mismo color que la carpintería del acceso, y vidrio transparente. Se ha diseñado haciendo también un pequeño guiño al estilo art decó, utilizando formas geométricas, con un acceso doble en su parte central.
La zona de trabajo se ha diseñado para albergar dos puestos. Como ocurre en el resto del estudio, el despacho se convierte en una pieza más de la vivienda. Una gran mesa de comedor ocupa su centro, sobre una alfombra que sigue la misma línea geométrica que el resto de piezas clave del estudio. He querido que el color tenga un protagonismo especial en este espacio por tratarse de su parte más importante. Quería que se convirtiera en lo que es, la parte con más vida del proyecto. De ahí los tonos escogidos para las sillas, la alfombra, los cuadros y la cortina, que separa el despacho del almacén. No hay vida sin color y no hay color sin vida.
Més Que Disseny apuesta por las cortinas como elementos separadores de espacios, y así las he utilizado en esta zona. Además de vestir el despacho, le dan un toque elegante que me encanta. Esto permite darle una mayor versatilidad al espacio, pudiendo sustituirlas cuando se decida cambiar el diseño de esta zona del estudio, sin tener que acometer obras.
Otro punto importantísimo del diseño del estudio son las plantas. Para mí, no pueden faltar en un proyecto de interiorismo porque, al margen de su significado desde el punto de vista del Feng Shui, estos seres vivos dotan al espacio de una mayor vida y, por lo tanto, lo enriquecen. Además, son un fantástico medidor de energía. Si el espacio está equilibrado energéticamente hablando, las plantas lucirán y crecerán sanas. De lo contrario, éstas irán apagándose poco a poco, o presentarán problemas.
Un punto importantísimo del proyecto, al que le di muchas vueltas, fue la iluminación del estudio. No podía perder de vista el concepto del proyecto (convertir el espacio en una vivienda más del barrio) y, a su vez, tenía que dotarlo de una luminancia adecuada para poder trabajar en él sin caer en el uso de una iluminación técnica, más propia de locales comerciales u oficinas que de viviendas. Por ello, todas las luminarias empleadas son decorativas. La iluminación del acceso se planteó haciendo referencia a la que suele utilizarse en el jardín de una vivienda, una luz cálida indirecta que acaricie las superficies sin llegar a invadirlas. En la entrada, la lámpara de techo que ilumina la mesa, la lámpara de mesa situada en la estantería y la de pie junto al sofá (todas ellas de luz cálida), conviven en armonía con los focos orientables del techo de luz neutra. La intención era transmitir calidez, pero no podía emplear esa temperatura de color en todo el espacio si quería que éste tuviera una visibilidad adecuada y suficiente desde la calle, por lo que opté por emplear luz neutra en todas las luminarias superficiales instaladas en el falso techo. Del mismo modo, en el despacho, las dos lámparas colgantes y el aplique de pared adquieren una presencia importante en convivencia con los focos superficiales del falso techo que completan la iluminación de este espacio. En este caso se ha utilizado una luz neutra en las lámparas de suspensión para poder dar servicio a la mesa de trabajo. A mí personalmente no me gusta trabajar con luz fría, y además ésta desentonaría con la esencia del proyecto, por lo que preferí emplear la misma temperatura de color que en los focos del techo. Como ocurre con la carpintería empleada en el interior del estudio, las luminarias se han elegido con formas geométricas (en este caso esféricas) haciendo de nuevo un guiño al estilo art decó.
Tras las cortinas del despacho se encuentra el almacén del estudio y el aseo. Estas dos zonas se han trabajado siguiendo el mismo concepto del proyecto. Continuamos en el interior de una vivienda y así se han tratado ambas. El color escogido para la pared que da paso al baño, de acuerdo al Feng Shui, genera un contraste muy interesante. Para el aseo se ha empleado el mismo tono utilizado en la carpintería metálica, a una saturación más baja.